martes, diciembre 11, 2012

Supongo que así funciona







El asunto vino después de que le largué una indirecta; porque contestó con otra donde insinuó que la invitara  a tomar un café. como recontra odio sentarme en un bar ;  le propuse algo interesante. para ella. y para mí


Mordió


A la noche siguiente nos encontramos en una plaza. Cuando nos hartamos de acariciarnos y de hablar pelotudeces, le dije algo.Subimos a su auto. Y fuimos hasta un lugar a enroscarnos. En el auto, por supuesto.

A partir de ése momento la cosa se aceleró. Nos enroscamos en un hotel, en el auto o donde las circunstancias lo requerían. Todo fue un ir de rosca en rosca.


Acabado el enrosque diario, ella en lo suyo; yo en lo mío.

Pero una mañana vi su automóvil pasar por la calle donde vivo. Lo tomé con calma; aunque el asunto se repitió al medio día; y por la tarde.

¨ Se pudrió todo -me dije- tanta popularidad espanta¨

A la segunda semana me dijo que debíamos enroscarnos en su casa.

Aunque por tales propuestas uno enfrenta dificultades, en este caso la cosa despedía un aroma extraño, porque venía con  regalo: su hijo.

Cuando fuimos a enroscarnos en su casa, miré a su hijo. Le dije¨ hola¨.

El tipo ni mu.

Si estuviste en una situación similar, sabés cómo es el asunto .Hay tres opciones.

1ero- Química entre vos y el chico.

 2do-Cero onda.

3ero -La relación entre madre e hijo es especial, mejor lejos que cerca

Cada dos días, al llegar a su casa, le decía ¨hola¨ al hijo.

Ni onda.


Una mañana, al tipito le dio por agarrar a patadas la puerta del baño.

¨ ¿Porqué cerraste la puerta? Esta es mí casa .No la cerrés otra vez ¨-, gritó poco antes de salir a toda máquina,  porque desde la calle le tocaban bocina para llevarlo al colegio.

¨ Cuando mi hijo se pone así , dijo ella, me paraliza¨



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