domingo, diciembre 09, 2012

Isabel






Entonces decidí separarme - dice.

La miro. Está sentada justo enfrente mio.como no se qué decir u hacer, opto por quedarme callado.


Al menos podrías reconocer que en algo ayudó-le digo.Pero lo único que consigo como respuesta es una mueca despectiva

-¿En qué ayudó?

-Qué se yo; saliste del problema.Lo dejaste atrás.

Su cara se pone colorada.Parece un petardo a punto de estallar.

-¿Ves?  Me tomas por pelotuda

Para nada. Ni loco haría algo así .Lo juro por
Mamá – le largo.

-Me hacés un favor.

-Si.

-Repetí lo que acabas de decir.

- ¿Lo juro por mamá?

- ¡Virgen santa!

-¿Cómo...?

Desde que te conozco, la mencionaste una vez.

Tengo ganas de decirle: Bueno, como quieras.
Nos veremos en otro momento.

Pero solo me sale preguntarle estúpidamente  

- ¿Sí?

- Sos un cínico. Ni siquiera respetas a tu madre.

Cartón lleno-murmuro. 

-¿Le agradeciste alguna vez a tu madre?

-¿Agradecerle? No entiendo.

- No entendés. Repito  agra-de-cer- le

- Ah...

- Para tener un hijo como vos hace falta mucha paciencia ¿No te parece?

- Si te hace feliz, le agra-de-ce-ré...

- Le agradecerás por tu cinismo, claro.

- ¿Disculpame?

- ¨Gracias mamá por hacerme tan cínico¨. Vas
a decirle eso ¿O no?

-Lo haré.

Sos el colmo –agregó- Porque hay un pequeño detalle.

-¿Cual?

Una sola vez, solo una, me hablaste de tu madre.
Dijiste que había muerto. Entonces
¿Cómo  vas a agradecerle?



No hay comentarios: